Rojo o blanco?
- Esto incluye, por ejemplo, el origen del plato que viene sobre la mesa.
- Además, el vino no debe competir con la comida, sino para resaltar y apoyar los sabores de la comida. Por lo tanto, un buen plato es también una gota.
- Si se sirven varios vinos, es recomendable prestar atención al orden de los mismos. Tiene sentido servir inicialmente la luz y al final los vinos pesados o dulces. La secuencia del vino debe experimentar un aumento en el aroma y el sabor, así como en el contenido y la plenitud.
- Si hay platos muy diferentes en la mesa, también tienen cabida los tipos de vino más diferentes. Se recomienda la siguiente secuencia de vinos:
- - de fácil a difícil
- - De seco a semiseco y dulce.
- - De joven a viejo
- - de blanco a rojo
Los principios
¿Qué vinos son ideales para qué comida? Hay muchas recomendaciones contradictorias. Quienes no quieran correr ningún riesgo pueden apegarse a los principios probados y elegir:
- Para principiantes (fríos o calientes), mariscos y pescados: vinos blancos jóvenes, secos y semisecos.
- En aves de corral, ternera, ternera y cerdo: vinos blancos secos o semisecos y vinos rosados secos.
- En aves de caza y caza, así como de cordero, ternera y ternera: vinos tintos maduros de medianos a fuertes.
Especialidades internacionales
La selección de vinos puede ser tan internacional como la comida. Por lo tanto, conviene combinar ciertos platos nacionales con vinos del mismo país, por ejemplo
- Vino blanco español, rosado o tinto para una paella.
- Rosé italiano y vinos tintos con pizza, espagueti y otros platos de pasta.
- Vino tinto francés a coq au vin.
Queso - un caso especial
Lo mismo se aplica al queso: el vino y el queso de una región se pueden combinar bien. La regla todavía común de servir vino tinto al queso se anula cada vez más hoy en día y un vino blanco es más recomendado que un vino tinto. El vino blanco semiseco es más apropiado, especialmente para todos los quesos suaves y suaves, los quesos fuertes como el Munster, el Allgäuer Bergkäse, el Gruyère o el Appenzeller prefieren tolerar un vino blanco fuerte.